Consecuencias por el cambio de estación

El cambio de estación de invierno a verano se caracteriza por alterar los ritmos biológicos. La alteración de los horarios, entre muchas otras cosas, son una serie de cambios que nos pueden llevar a generar cansancio a diario.

La astenia primaveral es a lo que nos referimos con este tipo de alteración o sintomatología. Suele durar unas dos semanas, hasta que el cuerpo se adapta a las nuevas condiciones de la estación. El cuerpo empieza a consumir más energía de la que realmente puede permitirse, momento en el cual empiezan a producirse los síntomas del cansancio.

Para minimizar las consecuencias de la astenia primaveral se pueden seguir algunos consejos que van muy bien para que esta se minimice o incluso no llegue a aparecer al cambiar de estación:

• Establecer una rutina de sueño es esencial para que la calidad del descanso sea óptima y de esa forma funcionar a pleno rendimiento tanto física como mentalmente.
• Practicar cualquier actividad física de forma regular nos aporta, entre otros muchos beneficios, la regulación en la liberación de endorfinas y gracias a ello una mejoría en el estado de ánimo, elemento clave en la transición estacional.
• Tomar suplementos ricos en vitaminas y minerales. Algunos de ellos contienen, por ejemplo, Ginseng o guaraná que nos ayudan a activarnos, sobre todo por las mañanas, para empezar el día con más vitalidad. Dichos suplementos están desaconsejados para personas con hipertensión.
• Contar con una buena alimentación, sobre todo rica en frutas y verduras, nos aportará todas las vitaminas, minerales y antioxidantes necesarios para tener nuestro sistema inmunitario en las mejores condiciones.
• Tener una actitud positiva frente a las cosas que pasan en el día a día para que este sea más llevadero y productivo. Sacará tu mejor versión.
• Si es necesario, hacer menos cosas pero que estas sean de calidad. Bajaremos el ritmo de trabajo. Siempre escucharemos lo que nuestro cuerpo necesita para sobrellevar mejor esta sintomatología.
• Controlar el consumo de café. El cansancio que nos puede traer la astenia hace que tomemos más café para llevar el ritmo de trabajo que siempre hemos tenido y debido a ello podemos desencadenar otros problemas de salud, como la irritabilidad.