Protege tu cuero cabelludo de la exposición solar
Seguro que a lo largo de tu vida algunas vez has subido de la piscina o la playa con la cabeza algo enrojecida y con picores en el cuero cabelludo; síntomas inequívocos de que te has pasado con el sol. Y es que, a pesar de que los expertos advierten de la importancia de tomar el sol con la cabeza protegida con una gorra, pañuelo o sombrero, la realidad es otra.
Los protectores capilares son a base de minerales, se asemejan a un champú en seco para no aportar grasa a las raíces del pelo –hasta el momento la única opción era aplicar un protector solar, de cara, cuerpo o cabello, directamente en la cabeza; gesto que ensucia el pelo. Sus ingredientes principales son el óxido de zinc, que es el encargado de bloquear los rayos UV; pero también contienen vitamina C, que protege contra los radicales libres, y sílice, que absorbe el exceso de grasa (al igual que hacen los champús en seco). De hecho, su uso es muy parecido: simplemente hay que pulverizar la fórmula a unos 20 centímetros de las raíces del cabello y cepillar.
Cuando se toma el sol hay que tener especial cuidado con la raya del pelo, ya que es una zona sensible que suele quedar descubierta. Aparte del uso de accesorios que tapen la cabeza, hay que evitar la exposición larga al sol en las horas centrales del día –entre las 12 y las 16 horas–, mojarse a menudo la cabeza y reaplicar el protector. Además, el exceso de sol puede causar quemaduras en el cuero cabelludo, provocando sarpullidos o que aparezca seborrea en la cabeza. Por no hablar de que el daño solar también decolora el cabello y lo vuelve más frágil y quebradizo.
Si eres de las que piensan que no hace falta usar un protector solar específico para esta zona porque el cabello se encarga de proteger al cuero cabelludo, ¡te equivocas! De hecho, las personas que tienen el cabello más claro o fino deben tener especial cuidado para estar a salvo del cáncer de piel. Por no hablar de que el cuero cabelludo es también una de las primeras áreas en las que la luz incide cuando sales a la calle; así que tienes dos opciones: ir siempre con sombrero (o similar) o comenzar a usar un protector solar específico para el cuero cabelludo.