Refuerza tu sistema inmunitario
El sistema inmunitario es el encargado de protegernos frente a agentes externos que nos provocan patologías, y la inmunidad es la capacidad del organismo de defenderse contra las agresiones exteriores que amenazan su buen funcionamiento, como por ejemplo, una infección por virus.
Los leucocitos son la primera barrera de defensa a nivel interno. Si estos están debilitados o no son capaces de disminuir o erradicar el virus pasaría a un segundo nivel en los que intervendrían los linfocitos y anticuerpos.
Los motivos principales por los que nuestro sistema inmunitario puede debilitarse son:
- El estrés (tiene un efecto inmunosupresor e induce una alteración en la respuesta inmunitaria)
- La falta de sueño
- Mala alimentación
- El tabaco
Hay algunos componentes que son muy importantes para reforzar las defensas y evitar así las posibles entradas a nuestro organismo de virus que afectan a nuestro sistema inmune.
La vitamina C es el antioxidante por excelencia y se encarga de sobrellevar infinidad de reacciones químicas para hacer reaccionar de forma más rápida tanto a leucocitos, linfocitos y anticuerpos en caso de alguna entrada de patógeno a nuestro organismo. Este por sí mismo no es capaz de sintetizar dicha vitamina, por lo que debemos aportarla mediante la alimentación. Los alimentos con más alta concentración son las frutas como el kiwi, naranjas, mandarinas, frutos rojos, etc.
Un mineral también muy importante es el Zinc que actúa sobre el desarrollo de los linfocitos T. Los alimentos con más concentración de Zinc son carnes rojas, huevo, crustáceos, ostras, legumbres, etc.
La vitamina D tiene efecto en el sistema inmunitario innato y adaptativo, aumenta la eliminación de patógenos y la síntesis de agentes antimicrobianos por las células inmunitarias.
Durante las épocas de frío lo ideal es tomar los 3 elementos de forma conjunta para garantizar una mayor protección frente a agentes externos y así reforzar el sistema inmunitario para que tenga una mayor respuesta ante cualquier patógeno.