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La mejor crema antiedad es un fotoprotector
29 July 2021
El sol está cambiando y las radiaciones solares son cada vez más agresivas. Por eso nos
tenemos que proteger todos los días del año del Sol y utilizar un fotoprotector con una
protección alta. Durante las épocas de verano para intensificar la protección se puede tomar
capsulas ricas en antioxidantes y vitamina D y así evitar la formación de radicales libres y la
producción de eritemas.
El sol es el encargado de radiar en nuestra piel rayos ultravioletas provocando efectos nocivos.
Los rayos UVA y los UVB son los encargados de producir en nuestra piel el envejecimiento
prematuro, que nos salga manchas en la piel, melasmas, etc. Sin embargo, hay otro tipo de
radiaciones también peligrosas como son los rayos infrarrojos.
Debemos saber que, aunque no haga sol y esté nublado la radiación nos llega igual a la piel y
sus efectos nocivos se pueden producir de la misma forma. Hay varios factores que influyen en
como la radiación nos llega independiente de la estación del año:
- Altitud: En la montaña tienen más fuerza los rayos solares, ya que cuanta más altitud
menos atenuación tienen.
- Nubosidad: Esta puede atenuar, pero no bloquear los rayos solares. Dependiendo de
cómo de densa sea la nube puede atenuar más o menos, pero los rayos pueden llegar
a la piel de igual forma.
- Latitud: La cantidad de radiación que llega a la superficie tiene que ver con la elevación
del sol, cuanto más alta y más vertical, más radiación.
- Superficie: La reflexión de los rayos varía según el tipo de superficie. La nieve refleja el
85% de los rayos, la arena el 17%, el agua el 5% la hierba el 3% y un 2% es asfalto. El
SPF de nuestro fotoprotector deberá adecuarse a este dato, y utilizar niveles altos en
la nieve, la playa, el campo y la ciudad.
- Oblicuidad: Hasta que llegan a nosotros los rayos solares recorren un largo camino por
la atmósfera. Ese trayecto les hace perder intensidad. Dependiendo de la época del
año y de la hora del día el camino es más directo y en consecuencia la radiación
también. Los rayos UVB, que afectan a la capa más superficial de la piel y provocan las
quemaduras, son más sensibles a la oblicuidad. Sin embargo, los UVA que alcanzan las
capas más profundas y causan más daños, están presentes durante todo el año