Pies secos y talones agrietados en verano, ¿Por qué ocurre?
La piel es una barrera que nos protege frente a microorganismos externos impidiendo su entrada. Por este motivo, es importante mantenerla hidratada y cuidada logrando así que no pierda su continuidad y elasticidad.
La piel del pie es diferente a la del resto del cuerpo. Se caracteriza por tener un mayor número de células adiposas. Es decir, un mayor espesor para amortiguar el continuo roce al caminar llegando a ser 50 veces más gruesa que la de la zona de la mejilla de la cara. Además, es pobre en sustancias grasas y, por este motivo, no cumple correctamente su función «hidratante».
Los talones agrietados son una alteración de la dermis que se produce cuando la piel de los pies está tan seca y, por ende, tan dura, que se empieza a desgarrar o fracturar de manera perpendicular. Debido a esta falta de hidratación, continuidad y elasticidad en la piel aparecen estas grietas que pueden venir acompañadas de dolor y, en ocasiones, pueden incluso sangrar. La falta de hidratación puede presentarse de diversas maneras, algunos de los síntomas que nos lo indican son los siguientes:
• Descamación
• Picor
• Enrojecimiento
• Rugosidad y grietas, en los casos más extremos.
La piel seca la podemos encontrar en cualquier parte de nuestro cuerpo, pero la piel del pie está más expuesta a sufrir sequedad debido a múltiples factores. Algunos de ellos son: Las enfermedades metabólicas, como la diabetes, pueden afectar al estado de la piel ya que disminuyen la humedad y provocan la deshidratación. Esto sucede igual con pacientes que sufren problemas circulatorios, los cuales deberán prestar más atención al cuidado de sus pies puesto que son más propensos a sufrir alteraciones en esta zona.
Andar descalzo y estar por encima del peso corporal adecuado hace que existan en el pie zonas de más presión. La irrigación sanguínea es más deficiente en las zonas que tiene que soportar más carga y, por tanto, los nutrientes llegan con más dificultad a las capas superficiales de la piel pudiendo provocar su descamación.
La alimentación es muy importante tanto para el correcto funcionamiento del organismo en general, como de cualquier parte del cuerpo en particular, en este caso los pies:
– Alimentos con mayor índice de agua. En la época estival, debemos incluir en nuestra dieta alimentos con un mayor índice de agua y sales minerales que ayudan a reponer líquidos, mantener hidratado el organismo y, en consecuencia, favorece una piel saludable, incluida la de nuestros pies. Es aconsejable optar siempre por frutas y hortalizas de temporada (lechuga, zanahoria, tomate, pepino, sandía, melón, uvas, etc.).
La piel de los pies está durante todo el invierno protegida por el calzado cerrado pero, en verano, sufre más por la exposición a los rayos solares y la radiación ultravioleta lo que provoca pérdida de hidratación. Por ello, es aconsejable no alargar más de 30 minutos la exposición al sol y, por supuesto, utilizar también en los pies la crema solar que utilizamos para el resto del cuerpo no inferior a 50. También es importante evitar las horas de mayor radiación, entre las 12 y las 16 horas.
Así que ya sabéis si teneis algún tipo de duda, cuestión o dolencia en relación con los talones agrietados, los pies secos o descamados, no dudéis en acudir a la Farmacia Encarna Llueca y estaremos encantados de ayudaros.